A lo largo de la vida, por lo general hasta los 20 años de edad, el calcio se acumula en los huesos, hasta hacerlos mas densos. Después, la densidad mineral comienza a perderse y en algunos casos los huesos se vuelven débiles, frágiles, porosos y pueden romperse fácilmente, lo que se conoce como osteoporosis.
Como sucede con otras enfermedades, los hábitos de vida saludables desde la niñez son muy importantes para prevenirla. La vitamina D juega un rol muy importante en la acumulación de calcio en los huesos y la principal vía en que la obtenemos es a través de la luz solar. El ejercicio regular y una alimentación rica en calcio también son hábitos importantes para prevenir esta y otras enfermedades.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, existen dos tipos de factores de riesgo para este padecimiento:
a) Modificables: consumo de alcohol, tabaquismo, índice de masa corporal bajo, nutrición deficiente, baja ingesta de vitamina D, trastornos de la alimentación (anorexia y bulimia), ejercicio insuficiente y bajo consumo de calcio, entre otros.
b) No modificables: edad, ser mujer, antecedentes de fracturas, menopausia, haber tenido una cirugía de extracción de útero y artritis reumatoide.
Las mujeres son más propensas a padecer esta enfermedad por cuestión hormonal, por cirugías en el útero y ovarios y por estar más propensas a las alteraciones de la dieta, principalmente para bajar de peso.
Primero, se realiza el test de riesgo de la enfermedad y posteriormente se practica una densitometría ósea.