Puntos clave:
El desgaste de cadera se presenta debido a la pérdida del cartílago que se encuentra en la cabeza femoral y en el acetábulo, situación que va exponiendo el hueso, que comienza a rasparse o friccionarse uno contra el otro produciendo dolor, indica el Dr. Javier Camacho Galindo, médico ortopedista y traumatólogo del Centro Médico ABC. Esto llega a desencadenar una disminución en la movilidad al realizar actividades tan sencillas como caminar o subir escaleras, es decir, que impiden que la persona se desenvuelva cotidianamente.
Por su parte, el traumatismo de cadera se puede identificar debido a un dolor intenso, incapacidad de ponerse en pie o moverse e incluso, en algunos niveles se puede ver alguna deformidad en la pierna. Estos últimos casos son pacientes que deberán trasladarse al hospital en ambulancia al requerir un manejo delicado y cuidadoso.
Dentro de las principales causas de fractura de cadera se encuentran las caídas en el hogar, por lo cual se recomienda que, si el paciente es una persona de la tercera edad o que ha dado señales de dificultad para desplazarse, es importante que cuente con un bastón o andadera; también evitar peligros en casa como tapetes, banquitos, objetos pequeños con los que podría tropezarse. Se recomienda y, sobre todo por las noches, tener iluminación en los pasillos hacia el sanitario para evitar que con la oscuridad, no se perciba algún objeto y haya caídas.
El Dr. Camacho señala que el reemplazo articular es una solución para todos aquellos pacientes que ya sufren de desgaste articular o incluso, fractura de cadera; esto sin importar la edad. Gracias a este procedimiento, se logrará controlar no solo el dolor en el paciente, sino también podrá regresar a su vida normal.
“La cirugía de reemplazo de cadera es un procedimiento en el cual un cirujano realiza una incisión en el lado del muslo, extrae las partes enfermas de la articulación de la cadera y las reemplaza con partes artificiales nuevas.”
Al considerar este procedimiento, es normal que los pacientes sientan temor por el dolor que puede conllevar, pero el Dr. Camacho menciona que usualmente se emplean varias técnicas y medicamentos que permiten controlar el dolor, para encaminar al paciente a una rápida rehabilitación de la cirugía, la cual en general tomará entre 10 y 12 semanas, pero desde el día siguiente podrá comenzar a moverse con el apoyo de una andadera o muletas.